¿Cómo elegir un color? ¿Qué papel juega la luz en los colores?
¿De dónde se puede obtener inspiración, qué tener en cuenta y cómo conseguir la armonía necesaria a la hora de renovar un espacio?
Sinteplast brinda una serie de consejos y apreciaciones para tomar las mejores decisiones al momento de ponerle color a nuestros espacios.
Pintó pintar y a partir de ahí surgen un montón de dudas y preguntas acerca de cómo ponerles el color adecuado a nuestros espacios. Independientemente de lo que se busque redecorar, la mayoría de los proyectos comienzan con una ubicación particular o una ocasión especial en mente. Una vez definida esa primera parte llega el momento de pensar en la inspiración sobre la cual se basará la paleta de colores.
La fuente de inspiración puede partir de algo tan sencillo como un almohadón ubicado sobre un sillón, unas vacaciones, la naturaleza, el arte o las redes sociales. Ahora, ¿eso quedaría bien en mis espacios?
Es importante pensar en los colores que te llaman la atención. Los rojos, naranjas y amarillos se consideran cálidos mientras que los blancos, verdes y violetas, fríos. Cuando ambos se combinan, sus respectivas temperaturas se intensifican.
¿Preferís los cálidos de los rojos y amarillos o los más fríos de los verdes y azules? Tiene que ser un color con el cual te sientas cómodo, pensá por ejemplo en aquellos que están en tu placard.
Intensidad
La intensidad, por su parte, está asociada tanto con el brillo como con su carencia. Los colores intensos son puros con muy poco o nada de gris y se conocen por su gran intensidad. Mientras que, los menos intensos son los que tienen mayor presencia del gris y por consecuencia son más tenues.
La mandarina y el limón son dos ejemplos de colores altamente intensos y son ideales para alegrar espacios. Los terracota y trigo son bajos en intensidad y generan tranquilidad.
Los colores de fondo
Los colores de fondo se encuentran en todos los colores menos en los primarios. Estos (rojo, amarillo y azul) son sencillos mientras el resto son mezcla de varios. El color olivo es un buen ejemplo de colores de fondo que corresponde a verdes con amarillos. Colocando el olivo con amarillo, resaltará el olivo a un grado mayor que si uno decidiera bajar el amarillo utilizando su complemento que sería el rojo.
La luz, siempre la luz
Es seguramente el único factor independiente que influye en el color dentro de una habitación. Pinturas, telas, tapices son afectados por la luz. Tanto la solar directa o indirecta como la artificial. Por lo tanto, es siempre recomendable probar el color en algún sector antes de aplicarlo definitivamente.
La luz solar directa o indirecta llega a una habitación a través de una ventana, una puerta o un tragaluz. Va cambiando según avanza el día modificando el color de la habitación y puede dividirse en cálida y fría. La fluorescente, por ejemplo, tiene un aspecto azuloso y tiende a opacar los colores. Es un poco áspera y algunas veces genera que las superficies se vean más duras de lo que son. La luz incandescente o de halógeno produce aspectos amarillentos. Tiende a iluminar los colores de un cuarto dándole un ambiente más cálido y confortable.
La luz solar directa es consistente durante todo el día y es considerada como la ideal, la más querida y deseada por todos.